Es un paraje especial, de neta vocación vitícola, muy valorado por los viticultores desde hace centurias y que en la actualidad se enmarca en un auténtico mar de viñas. Guillermo Eguren realizó aquí un despliegue de paciencia durante años para comprar la tierra a numerosos viticultores hasta reunir una amplia propiedad de 150 hectáreas, que se unificó y se plantó con viña entre 1975 y 1985. En el reparto familiar de 1989 se dividió de nuevo y Guillermo Eguren conservó la amplia viña de El Puntido, que había estado repartida entre un centenar de propietarios, la pequeña viña vecina de La Nieta y Carraleza.
Viñedos de Páganos se puso en marcha en 1998, se eligió el terreno más adecuado, en la confluencia de las dos estrechas carreteras locales que van de Laguardia y Páganos a Navaridas y se inició la excavación en la roca de unos calados que siguieron la pauta de los clásicos espacios de bodega del siglo XVI pero con unas dimensiones diferentes: unos amplios túneles de 5 metros de altura, situados a 11 metros de profundidad con una longitud total de 950 metros. Magníficas instalaciones para la crianza de los vinos coronadas por una bodega de aire clásico en su construcción de piedra pero nada convencional en sus instalaciones.