Nacido en 1958 a partir de una idea de los hermanos Leopoldo, Renzo, Aldo y Adelio Santero. Ubicado en el corazón de una de las zonas vitícolas más adecuadas del Piemonte e inmerso en las espléndidas colinas de Langhe, a tiro de piedra de Monferrato. Una historia que abarca más de medio siglo, marcada por la pasión por el viñedo, la sabia gestión de la bodega y el amor por el vino en todas sus formas.
Hoy la compañía ha evolucionado y es una de las más vanguardistas del sector, combinando tradición e innovación, pero manteniendo una sola "estrella polar": la atención y el cuidado en todo momento de la cadena de producción, desde la cosecha hasta la vinificación y fase de embotellado. Todo en una bodega completamente renovada donde las antiguas prácticas de vinificación y las tecnologías modernas se unen para dar vida a los productos con un aspecto actual, pero que mantienen un corazón antiguo.
En 1958 se compró una bodega en Santo Stefano Belbo. Fue equipado de inmediato para la producción de vinos espumosos y vinos piamonteses clásicos. Se mejoran las estructuras, se amplían los clientes, se abren nuevos mercados, se cruzan las fronteras nacionales. Siempre con la máxima atención a las necesidades del mercado y los consumidores.
En 1977 comenzó a funcionar una fábrica de vanguardia, la sede actual de la Compañía. Se encuentra en un área de más de 18 mil metros cuadrados, cerca del lugar de nacimiento de Cesare Pavese, un famoso escritor del siglo XX nacido en Santo Stefano Belbo, en el "camino" para Canelli que Pavese a menudo cantaba en sus escritos. En esta planta se vinifican las uvas que provienen de las cinco granjas propiedad de Santero, pero también de los viñedos de más de 300 enólogos locales que tienen colaboraciones de diez años con Santero.
La capacidad de producción de la bodega supera las 20 millones de botellas al año y coloca a Santero entre los líderes del mercado del vino.
Santero ha transportado envases del pasado a la modernidad. En un segmento estático anclado a la tradición estabilizada en formas e imágenes consolidadas, se hizo necesario romper con una identidad innovadora capaz de ser notada y admirada sin traicionar los códigos de accesibilidad y la vida cotidiana, connotando el producto con estilo, elegancia y su propio estilo contemporáneo. de la marca
Las etiquetas con formas y colores refinados con atención a cada detalle, con especial atención a los matices y reflejos, le dan un toque de refinamiento.