Mínima intervención
Las uvas se compran a los productores que pueden adherirse a un cierto código de práctica, que incluye cosas como usar un enrejado más alto para una mejor fotosíntesis y evitar el uso de herbicidas e insecticidas. En la bodega, las uvas se someten a fermentaciones lentas con levaduras autóctonas, seguidas de una larga maduración en lías finas. Vincent Girardin no usa mucho roble nuevo para madurar sus vinos y permitir que el terruño se exprese. Los procesos de la bodega están alineados con las fases lunares.
El dominio comenzó en 1980 cuando Vincent Girardin, de 19 años, hijo de una antigua familia
de enólogos de Santenay, hizo sus primeros vinos de 2 hectáreas (5 acres) de viñedos heredados de sus padres. A medida que la demanda comenzó a despegar, desarrolló relaciones de suministro con productores que compartieron su enfoque, una práctica que era nueva en Borgoña.
Vincent Girardin vendió el negocio en 2012, pero Eric Germain, enólogo desde principios de la década de 2000, se mantuvo para garantizar la continuidad.
