La familia Eguren, de origen riojano, descubrió Toro y ha permanecido en ella convencida del potencial de estas tierras y de la tinta de Toro, una uva con una gran estructura, capaz de transmitir la mineralidad de los suelos pero cuyo fuerte carácter hay que conocer y "domesticar". Marcos Eguren la conoce perfectamente y así lo demostró con los vinos de su primer proyecto en la zona, Numanthia Termes, vinos poderosos, siempre sutiles y elegantes.
Teso La Monja cuenta con más de 100 hectáreas de viñedos, plantado en pie directo y autóctono en las localidades de Valdefinjas, Toro y Villabuena del Puente, con una antigüedad de hasta 130 años,
hasta 130 años, que dedican a la elaboración de sus vinos Alabaster y Teso La Monja.
Los suelos son muy frescos, de composición arcillosa, con vetas calizas en el subsuelo y abundante grava en la superficie, y orientados al norte, con ciclos vegetativos muy largos. Unas características, todas ellas, que garantizan mantener la identidad y conseguir la frescura y elegancia a que nos tienen acostumbrados sus vinos. Buscando el equilibrio natural del viñedo, con pequeñas producciones de entre 1.000 y 2.000 kg/ha, consiguen unos vinos de la máxima pureza e identificación con el terroir.