Joseph Drouhin

Al servicio de la elegancia natural de los Grandes Borgoñas

Bodega Familiar en Borgoña

Es una bodega familiar establecida desde 1880 por cuatro generaciones. Actualmente, se encuentran presentes en 90 denominaciones de origen y tienen 93 hectáreas de viñedo en Borgoña.

Todo comienza en Beune, Borgoña

En 1880, un joven Joseph Drouhin de 22 años se trasladó desde su Chablis natal a Beaune, adquirió los derechos de una casa comercial fundada en 1756 y le dio su nombre como negociante. Su hijo Maurice Drouhin, se propuso desarrollar la empresa familiar y comenzó a cumplir el propósito de adquirir vides, para tener su finca en propiedad.

Así, en 1921, compra su primera parcela en el terruño denominado “Clos des Mouches”, situado en el extremo sur de la zona de la denominación de origen Beaune, a medio camino entre Corton-Charlemagne y Montrachet.

Esta compra no fue casual. Para él, los vinos de Clos se encontraban entre sus favoritos de la región. Hace ya cientos de años, Clos des Mouches era el estandarte maestro de los cánones de Beaune, referencias vinícolas entonces para toda Borgoña. En menos de cuarenta años, Maurice Drouhin, este empresario borgoñón ha conseguido hacer de su nombre una casa respetada y de sus vinos, una garantía de elegancia y calidad.

En 1957, su hijo Robert asumió el mando y continuó desarrollando el negocio familiar.

Adquirió cuantiosos Premiers y Grands Crus, especialmente en Côte de Nuits. Y visionó el gran futuro del viñedo de Chablis, donde estableció con fuerza la Casa a finales de los años 1960, con la adquisición de cerca de 40 hectáreas en el corazón histórico de la denominación, así como el Moulin de Vaudon (siglo XVIII).

Cumpliendo el sueño americano

Creó el laboratorio de enología de la bodega con una de las primeras enólogas de Borgoña, Laurence Jobard. También fue visionario al proyectar cruzar el Atlántico para fundar, con su hija Véronique, en 1987 Domaine Drouhin Oregon. Hoy, el compromiso de la familia Drouhin de explorar y expresar los terruños de Oregón ha florecido en Roserock, un terroir excepcional comprado en 2013, marcado por suelos volcánicos, de clima templado refrescado por las brisas que provienen del Océano Pacífico y un rango de elevación ideal. Roserock se localiza en Eola-Amity Hills AVA, en las colinas Dudee del valle de Willamette. De esta forma consiguieron el sueño de crear un vino con alma francesa en suelo americano.

Respuestas naturales a los desafíos naturales

Su filosofía, se basa en el respeto al terroir, la uva y el vino. A partir de 1980, Philipe Drouhin, el hijo mayor de Robert, preocupado por las cuestiones medioambientales y el equilibrio de la biodiversidad comenzó a tomar un enfoque biodinámico en sus viñas, dando “respuestas naturales a los desafíos naturales” ¿Cómo? Con el arado por caballos, coberturas vegetales entre los viñedos, estos son el hogar de algunos insectos depredadores de otros que dañan la viña. Todo esto siguiendo un calendario lunar específico. Para la agricultura biodinámica, al igual que la luna influye sobre las mareas, se considera que la vid contiene agua en su interior y la luna también influye sobre ella.

En el viñedo, trabajan con bajos rendimientos y vendimia manual en cajas de 20 kg, para garantizar que la uva llegue sana a la bodega. Esto también demuestra su predilección por la calidad sobre la cantidad.